Efecto Mozart

Wolfgang Amadeus Mozart

Efecto Mozart
Wolfgang Amadeus Mozart, cuyo nombre completo era Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart,1 (Salzburgo, 27 de enero de 1756 - Viena, 5 de diciembre de 1791), fue un compositor y pianista austriaco, maestro del Clasicismo, considerado como uno de los músicos más influyentes y destacados de la historia.
La obra mozartiana abarca todos los géneros musicales de su época y alcanza más de seiscientas creaciones, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la música sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral, logrando una popularidad y difusión universales.
En su niñez más temprana en Salzburgo, Mozart mostró una capacidad prodigiosa en el dominio de instrumentos de teclado y del violín. Con tan solo cinco años ya componía obras musicales y sus interpretaciones eran del aprecio de la aristocracia y realeza europea. A los diecisiete años fue contratado como músico en la corte de Salzburgo, pero su inquietud le llevó a viajar en busca de una mejor posición, siempre componiendo de forma prolífica. Durante su visita a Viena en 1781, tras ser despedido de su puesto en la corte, decidió instalarse en esta ciudad donde alcanzó la fama que mantuvo el resto de su vida, a pesar de pasar por situaciones financieras difíciles. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte han sido objeto de numerosas especulaciones y elevadas a la categoría de mito.

Sobre el Efecto Mozart.
Se denomina "Efecto Mozart" a la serie de supuestos beneficios que produce el hecho de escuchar la música compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart. Dichos beneficios no han podido ser comprobados de manera científica, o al menos no se han podido repetir los distintos experimentos que condujeran a resultados que confirmen los beneficios de escuchar la música del mencionado autor. De todos modos, dicho efecto continúa siendo objeto de investigación, sin ninguna pronunciación firme o definitiva que reivindique o deseche la teoría en cuestión.

Varios experimentos que se desarrollaron desde 1993 hasta la actualidad arrojaron las siguientes bondades de escuchar música de Mozart:
  •  El psicólogo, escritor y educador musical Don Campbell (uno de los defensores e investigadores de los resultados del efecto) propone que el niño, desde su etapa fetal, debe ser estimulado musicalmente por su madre. De este modo mejorará su crecimiento, su desarrollo intelectual, físico y emocional y su creatividad. Este efecto también sigue dando buenos resultados durante los primeros cinco años de vida, estímulo capaz de formar seres inteligentes pero además emocionalmente sanos.
  • Ayuda a desarrollar la inteligencia de los niños (para los niños entre 3 y 12 años representa una mejora en la capacidad de razonamiento)
  • Desarrollo de habilidades para la lectura y la escritura, del lenguaje verbal, de habilidades matemáticas, de la capacidad de recordar y memorizar.
  • Atenúa los efectos de algunas determinadas enfermedades como el Alzheimer.
En 2003 la revista Nature publicó una investigación de la Universidad de California que reforzaba la idea concluyendo que sólo diez minutos de una sonata para piano de Mozart bastaban para mejorar nuestro razonamiento espacial.

En 2007 un reporte publicado por el Ministerio alemán de investigación, del que se hizo eco Nature, y un análisis posiblemente de toda la literatura científica relacionada con música e inteligencia, concluye que «escuchar pasivamente la música de Mozart —o cualquier otro tipo de música del agrado de uno— no hace a una persona más inteligente. Pero otros estudios deberían ser realizados para comprobar si la audición de música podría incrementar a largo plazo el coeficiente intelectual de un niño...».

En mayo de 2010 un equipo de científicos de la Universidad de Viena comprobó la influencia de la música de Mozart en 3.000 personas, y los resultados no registraron ningún incremento en la inteligencia de los sujetos que habían sido sometidos al experimento.
El efecto Mozart existe, pero hay que delimitarlo y estudiarlo con más profundidad. He aquí algunos hechos recientes:
  • En cuanto a niños, tras 6 meses de clases de piano y aprender a tocar melodías simples (incluyendo a Mozart), mostraron mejores resultados en los tests espacio-temporales que otros niños que dedicaron el mismo tiempo a los ordenadores.
  • No es la música de Mozart la única en producir esos efectos favorables. Algunas melodías contemporáneas también lo hacen, como ciertas composiciones del músico griego-americano Yanni, cuya música new age, analizada informáticamente, ha mostrado poseer una estructura similar a la de Mozart.
  • El principal y más claro efecto Mozart, con la sonata K448, ha sido su gran acción disminuyendo la actividad epileptiforme en un gran número de pacientes con diversos grados de gravedad de episodios epilépticos.


En 2013, el biólogo Nicholas Spitzer de la Universidad de California cuestionó la existencia del efecto Mozart a partir de sus interpretaciones de un estudio que dijo que no se mostraba ningún efecto en la actividad o capacidad cerebral por escuchar música de Mozart.

Si bien la música armónica, melódica y rítmica de varios compositores realizan casi el mismo trabajo que Mozart, dicho autor es especial, explica Tomatis en su libro “Por qué Mozart”, ya que los ritmos y frecuencias que usa “dan una sensación de libertad y rectitud que nos permite respirar, pensar y reflexionar con facilidad”, acrecienta nuestro potencial creativo de una manera más natural, nos regala una “sensación de seguridad permanente”... El milagro de Mozart es “Colocar al ser humano al unísono con la armonía universal".

Pensamiento Personal:

Si bien es cierto que en algún tiempo se pensó que escuchar la música de Mozart mejoraba el aprendizaje, memoria y razonamiento de los niños; a lo que se le llamo “Efecto Mozart”, hoy en día ha pasado de moda, porque ya existen muchos libros y documentos que explican que no causa ningún efecto el hecho de escuchar esta música…
… para mi punto de vista y experiencia personal, creo que hoy en día con tanta tecnología por delante creciendo de forma exponencial, este tipo de música es necesaria para manejar el estrés causado por la informática; y si a nosotros como Padres nos tiene estresados, imaginemos a nuestros hijos que son los receptores principales de nuestros sentimientos...”
Abraham Medina

La razón principal de este texto es que además hoy en día podemos escuchar y producir esta música sin ningún problema, siempre y cuando no se lucre con esta, ya que es del dominio público, y es mi deseo poder despertar este interés por cuidar a nuestros hijos que son el futuro de nuestro México y el Mundo.

QUIEN SOY
Mi Nombre es OMAR ABRAHAM MEDINA ROJAS, originario de Toluca estado de México, trabajo como Agente de Seguros desde hace ya 13 años, y mi intención es poder hacer un cambio de conciencia y de protección en México, empezando por nuestra ciudad Toluca.

Con dos herramientas: la música de Mozart y un plan de ahorro, ambos para mejorar el futuro educativo de nuestros hijos.

Pasos a seguir:
  • Hacer llegar estos textos y música a los Padres de familia que así lo quieran, de forma gratuita.
  • Quien ya dio el primer paso en este cambio, poder mostrarle otros instrumentos financieros que apoyaran el futuro de sus hijos, atreves de una entrevista sin compromiso alguno y solo con su consentimiento.
  • Pedir retroalimentación sobre el trabajo realizado atreves de la página web: asesormedina.com/efectomozart.html
Referencias:
  • Journal of The Royal Society of Medicine
  • «Mozart doesn't make you clever» (en inglés). Nature.
  • “Por qué Mozart” Autor: Tomatis.
  • http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_Mozart